domingo, 30 de noviembre de 2008

O paxaro de lume


Ayer pude, después de varios intentos fallidos, quedar con M y darle su regalo de cumpleaños. Unas cositas para su casa. Se acaba de mudar. Tomamos un chocolate calentito en una cafetería que cerró hace años y que ha vuelto a la carga con más repertorio que antaño. Deliciosa.

Las temperaturas,de casi 0º y el granizo, no invitaban a salir a la calle, pero sí a mi cita semanal con la Sinfónica de Galicia y el Pájaro de Fuego de Stravinski ( el ballet completo). No tenía entrada, y las invitaciones se agotaron. Pero apareció de la nada, el marido de una compañera, que es contrabajista de la Orquesta, y me brindó la posibilidad de entrar por detrás del teatro. Gracias, dije, será un placer. Y allí me colé, como en la fiesta de Mecano, en el anfiteatro, acompañada de R, un violista cubano, correcto, y encantador, que me acompañó durante la primera parte porque él tocaba en la segunda.

La sinfonía nº 39 K543, debió sonar mejor que en Palacio de la Ópera de Coruña. La acústica es más seca, nitida y agradecida en el Teatro. El director, Carlo Rizzi, de factura impecable, como siempre. Stravinski nos dejó muy buen sabor, a mí, al menos me pareció una buena interpretación, con espíritu, sangre y ganas.

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