sábado, 14 de marzo de 2009

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Me gusta la gente que vibra y no hay que empujarla, que no hay que decirle las cosas, sabe lo que hay que hacer y lo hace. Porque cultiva sus sueños hasta que los sueños se apoderan de la propia realidad. Me gustan las personas con capacidad para asumir las consecuencias de las acciones que vive cada hora,cada día, con buen ánimo, dando lo mejor de sí, agradecidos de estar vivos.
Me gustan todos aquellos que son capaces de criticarme constructivamente y de frente, pero sin herir. Conozco perfectamente la importancia de la alegría, es contagiosa, pero no sé sonreir siempre, que más quisiera.
Tengo cerca a alguien sincero, franco, fiel y persistente...si desfallezco, él continúa buscando ese objetivo, con criterio, y no se avergüenza en reconocer que se equivocó.
He aprendido a aceptar los errores y me esfuerzo cada día en no volver a cometerlos, tarea árdua y difícil, pero lo intento, aunque días como hoy sean un fracaso. Déjame que lo intente.

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