No hay mal que por bien no venga. Tras la decisión de la televisión estadounidense de retirar el spot de su nueva fragacia «Secret Obsession», protagonizado por Eva Mendes, porque uno de sus pezones quedaba al descubierto, ahora medio mundo estamos pendientes del anuncio de marras y, aunque no se pueda ver por la tele, en Youtube numerosos internautas ya se han encargado de colgarlo íntegro.
Es lógico que con la expectación que se ha generado, los responsables de la marca, aunque la consideren algo excesiva, no estén para nada preocupados por la reacción de Estados Unidos. «Creemos que el anuncio es excepcional y transmite el mensaje de Secret Obsession», manifestaba Tom Murray, presidente de Calvin Klein. Eso sí, de forma más drástica se ha pronunciado Fabien Baron, director creativo del anuncio, que ha mostrando su enfado contra la censura estadounidense llegando a comentar, incluso, la necesidad de un cambio de presidente en el país porque «están muy estropeados», además de añadir y mostrar su disconformidad «por la hipocresía de un país que permite mostrar gente matando y no permite un poco de amor».
La verdad es que el anuncio en sí no es para nada subido de tono. Eva se muestra sobre una cama desnuda, aunque cubierta estratégicamente por una sábana blanca. De su anatomía lo más que se ve es un seno y lo demás -en blanco y negro- lo dejan a la imaginación del espectador... Y parece ser que la imaginación de los directivos de la televisión se ha desbordado y, claro, para evitar más desbordamiento lo han prohibido por resultar «demasiado sexy».
Este arranque de puritanismo televisivo no es un hecho aislado. Un revuelo aún más sonado se generó en 2004, cuando el cantante Justin Timberlake destapó el pecho de Janet Jackson, que quedó al desnudo sólo unos segundos durante su actuación en la final de la Super Bowl, el evento televisivo más seguido por las audiencias de EE. UU. Pese a ser por aquel entonces uno de los vídeos más vistos en internet, el incidente le costó fuertes críticas a la cantante -no así a Timberlake- y, como consecuencia, la Comisión Federal de Comunicaciones impuso una multa de cerca de 400.000 euros a la CBS, cadena encargada de la retransmisión, aunque ésta recurrió y, finalmente, fue absuelta.
Por su parte, Eva Mendes, experimentada en apariciones ligerita de ropa tanto en cine como en publicidad, se encontraba muy satisfecha por cómo había quedado el spot, pero al mismo tiempo preocupada por la reacción de los censores norteamericanos. Ahora, sus miedos se han hecho realidad, lo que no impedirá que la actriz de origen cubano siga mostrando sus curvas con ropa y sin ella por medio mundo.
Es lógico que con la expectación que se ha generado, los responsables de la marca, aunque la consideren algo excesiva, no estén para nada preocupados por la reacción de Estados Unidos. «Creemos que el anuncio es excepcional y transmite el mensaje de Secret Obsession», manifestaba Tom Murray, presidente de Calvin Klein. Eso sí, de forma más drástica se ha pronunciado Fabien Baron, director creativo del anuncio, que ha mostrando su enfado contra la censura estadounidense llegando a comentar, incluso, la necesidad de un cambio de presidente en el país porque «están muy estropeados», además de añadir y mostrar su disconformidad «por la hipocresía de un país que permite mostrar gente matando y no permite un poco de amor».
La verdad es que el anuncio en sí no es para nada subido de tono. Eva se muestra sobre una cama desnuda, aunque cubierta estratégicamente por una sábana blanca. De su anatomía lo más que se ve es un seno y lo demás -en blanco y negro- lo dejan a la imaginación del espectador... Y parece ser que la imaginación de los directivos de la televisión se ha desbordado y, claro, para evitar más desbordamiento lo han prohibido por resultar «demasiado sexy».
Este arranque de puritanismo televisivo no es un hecho aislado. Un revuelo aún más sonado se generó en 2004, cuando el cantante Justin Timberlake destapó el pecho de Janet Jackson, que quedó al desnudo sólo unos segundos durante su actuación en la final de la Super Bowl, el evento televisivo más seguido por las audiencias de EE. UU. Pese a ser por aquel entonces uno de los vídeos más vistos en internet, el incidente le costó fuertes críticas a la cantante -no así a Timberlake- y, como consecuencia, la Comisión Federal de Comunicaciones impuso una multa de cerca de 400.000 euros a la CBS, cadena encargada de la retransmisión, aunque ésta recurrió y, finalmente, fue absuelta.
Por su parte, Eva Mendes, experimentada en apariciones ligerita de ropa tanto en cine como en publicidad, se encontraba muy satisfecha por cómo había quedado el spot, pero al mismo tiempo preocupada por la reacción de los censores norteamericanos. Ahora, sus miedos se han hecho realidad, lo que no impedirá que la actriz de origen cubano siga mostrando sus curvas con ropa y sin ella por medio mundo.
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