sábado, 28 de junio de 2008

Vuelvo a tener pitiriasis rosada. Una dermatitis vírica que ha llenado mi cuerpo de pintitas rosas. Muy monas y elegantes, me quedan hasta bien, le dan al cuerpo un toque de color y originalidad. El médico solamente me ha recomendado tomar el sol. Encantada.

Escucho el concierto nº2 para violín y orquesta de Mozart. Sublime el andante cantabile. Desayuno algo de fruta, y un colacao bien frío. Estoy sola en casa de mis padres. Genial.
He dormido a pierna suelta, ni calor ni frío. Cierto desasosiego por la EM (esclerosis) de P y su cercana revisión en el clínico de Madrid ( el miércoles). Todo irá bien, estoy segura. Después nos iremos unos días a Galicia.

Lola, la "bebé" de M+L viene de nalgas, están ya de 35 semanas. Confío en que lunes o martes se dé la vuelta (sino nadie la librará de una horrible pero necesaria cesárea programada).

Ayer hablé con J, un compañero de toda la vida, de aquí, de Cuenca ( infantil, cole, insti...todo juntos). Tanto J, como su novio G son dos personas estupendas y se quieren con locura. Cantan el sábado que viene en la catedral de Santiago... y el viernes pasaremos la tarde juntos. Demasiadas cosas que contarnos.

Me gustaría escaparme unos días a Barcelona antes de comenzar la gira de conciertos con la Compañía de Zarzuela, (que horror!). No sé porque lo hago (€), odio este género.

No sé nada de A. Le acompaño en sus opos con las Piezas Fantásticas de Schumann- Debería llamarme e informarme de las fechas aproximadas de su intervención. Siempre dije que los pianistas son animales muy raros. Rarísimos.

El jueves me invitaron al concierto de clausura de la Universidad Carlos III de Madrid. Disfruté como una enana. Después nos dieron un vino en el patio del edificio Sabatini. Todo perfecto, el catering, la música en directo (jazz de ambiente con una negrita cuya voz rasgada, profunda y afinadísima hizo las delicias de todos los congregados), las velas por el suelo, la temperatura, ... Se nota la cantidad de dinero que manejan. Impresionante. Había algun que otro profe majo, majo... majisimo, ya me entendeis.

Tuvimos que ver el partido Rusia-España en dos espacios. La primera parte en el Auditorio padre Soler de no se qué facultad del campus. La segunda parte y más emocionante, en un bar donde el serpentín de cerveza no tuvo tiempo de coger aire para respirar. Me agarré una melopea simpática. El domingo repetiremos.

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