martes, 11 de marzo de 2008

cruda realidad

Acabo de leer la prensa y me dispongo a tomar un colacao bien calentito. Será un día de miedo: Evaluación, ensayo, pagar una multa, audición de Música de Cámara, clases, gimnasio, ir al banco, recoger ropa en la tintorería. Completito.

Anoche logré dormirme tarde. Creo que eran las dos y pico. Con pastilla e infusión. Y a las 8 tocaba diana mi despertador. Tengo un admirador pasivo-agresivo que no deja de incordiar por la noche, al primer sms que recibo apago el móvil, pero no debería, porque pudiera ser que me alertara un fatal desenlace familiar.

Los hombres son frustantemente incoherentes. Pero es lo que hay, los ligables o disponiles han involucionado. No es una hipótesis, es una realidad tangible. Todo lo que queda es raro.

No me apetece hablar de hombres. Tengo amigas solteras y fabulosas que no tienen una relación pero sí muchos orgasmos. Son perfectamente prescindibles.

Me considero una persona soltera y normal. No niego que los solteros hagamos cosas raras de vez en cuando. Sé que en algún lugar del planeta existe alguien dispuesto a consolarme por tener tres cabezas y seis dedos en cada pie...ja ja ja.

Con objetividad, si estás soltero/a el mundo es un buffet libre. Es evidente que las estructuras familiares y de poder se tambalean por este motivo, pero me encanta. Sin obviar los aspectos negativos de vivir sin pareja.

No quiero pensar a quien llamar en caso de emergencia. Si me ocurriera algo, las primeras personas que están en mi lista de AA ( en caso de emergencia) son mis padres, que viven a 800 Km. Después una amiga que trabaja en una ciudad cercana y en tercer lugar J, un buen amigo que ya se llevó algún sustillo. Pobre. (Sin olvidar los vecinos que son encantadores).

Ayer, mientras tomaba un chocolate de máquina dulce y asqueroso en la sala de profes, ensimismada mentalmente en mil y tres cosas, una llamó la atención de mi consciente: y es que cada vez se reduce más el número de solteros. Miré alrededor y afortunadamente quedan un par con un buen perfil. No quisiera recurrir a este ámbito para quitarme las penas ( donde tengas la olla...), pero si hay que hacer un esfuerzo, pues se hace.

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