Feliz año nuevo!

Un año de vida es un regalo demasiado grande para echarlo a perder. Construímos un futuro cada día mediante pensamientos, palabras, y acciones... que en definitiva es lo que cuenta. Las acciones mueven el mundo, las palabras se las lleva el viento. Creo a pie juntillas en esta frase: hechos y no palabras.

Con el paso del tiempo, la voluntad se fortalece y nos sentimos cada vez más capaces de lograr lo que nos proponemos, algunos, también sentimos la necesidad de hacer algo por aquellos que hasta ahora no se han propuesto lograrlo por sí mismos (que podemos hacer si nos importan) y comienza un proceso de crecimiento en el cual nos volvemos conscientes de que somos dueños de nuestros destinos. Podemos escoger entre vivir la vida como la conocemos o convertirla en lo que deseamos.

He superado el miedo a ser lo que soy. He aprendido a vivir con la convicción de que no merece la pena perder el tiempo con el miedo.

La pregunta del millón para lograrlo es ¿ que quieres de verdad?. Si no hay respuesta, no continues por ese camino, te llevará a un callejón sin salida. La mítica frase de "no es más feliz quien más tiene, sino quien es capaz de disfrutar con lo que se necesita" viene al pelo. El mundo está lleno de tercos, y de idiotas que se obcecan y desean lo que por ley vital no les pertenecerá nunca (porque no se lo merecen, quien no siembra...).

Cuando cumplí los treinta hize una gran fiesta en casa a la que asistieron los amigos más íntimos. Es un cambio importante de decena- pensé-, tenía mucho que celebrar. Hablamos de astronomía, economía, música, sexo, hijos...y llegamos a pensar que con la estabilidad laboral el camino era más sencillo, que estaba todo hecho. Pero desde ese día hasta hoy me han surgido nuevas decisiones, encrucijadas, momentos de confusión, y veo lo que pesa el tiempo vivido y el que queda.

Espero que el 2008 sea un año de decisones importantes, aunque me equivoque, porque solo de los errores se aprende lo realmente importante.